-Mamá ¿quienes son los piripiquios ? preguntó Jorgelina .
Los piripiquios son personajes chiquitines que aparecen de la manera más increíble y que ayudan a los chicos a vivir .
Cuenta la historia que una vez una señora estaba comprando en la verdulería y que desde adentro de un repollo colorado, salió uno de ellos. La señora lo llevó a su casa y el piripiquio le contó que un amigo suyo había llegado volando en una mariposa multicolor ; a otro lo encontró un señor que fue a comprar zapatos. Cuando se calzó el píe derecho escuchó -Ay Ay Ay- y vio salir de él a un piripiquio anarajando. Eso no es nada dicen que una vez florecieron muchos piripiquios de una maceta de la casa de Doña Lola , la florista del barrio. Lo cierto es que sólo los pajaritos, los chicos y algunos grandes con corazón de niño, los pueden ver y charlar con ellos. Casi no se dejan ver, nadie sabe donde viven pero cuando los niños los necesitan, allí están.
Una tarde un pajarito le contó a los piripiquios que vio a una niña llamada Lina, muy triste sentada en la puerta de su casa.
Allá fueron unos corriendo, algunos saltando y otros volando: se acercaron lentamente...tan cerca que uno de ellos abrió un paraguas para no mojarse con las lágrimas de Lina.
-¿Qué te pasa Lina- preguntaron los piriqpiquios.
-¡ Buuaaaa !- lloraba Lina
Uno de ellos sacó de su bolsillo un gran pañuelo rosa y le secó las lagrimitas. Y por fin Lina les contó:
-Dicen que mi abuelito está muy enfermo.-
-¿ Y qué tiene?-
- No sé; el doctor me explicó que el corazón es un motorcito que hace mover el cuerpo y que a él no le funciona bien, porque los cañitos que llevan la sangre estan tapados. Si su corazón se detiene ya no podremos jugar más, ir a la plaza o andar en bici....buuuu...- rompió en llanto Lina.
Los piripiquios se pusieron muy serios y pronto le dijeron : -No te preocupes tu abuelito sanará, nosotros lo ayudaremos. Y sin decir más se fueron unos corriendo, algunos saltando y otros volando al hospital donde estaba internado el abuelo Pocho.
Al llegar ,el abuelo dormía, entonces despacio, para no despertarlo se subieron a la cabeza y entraron en su cuerpo por la nariz, llevando varias herramientas: un pico, una pala, una azada y varios metros de soga para deslizarse por dentro, también llevaron faroles en el casco de su cabeza como usan los mineros. Luego de pasar por caminos intrincados llegaron al corazón, que latía muy lentamente con un toc-toc muy suave. Luego de trabajar toda la noche cavando... cavando llegaron a destapar todos los cañitos, y así el corazón comenzó a latir muy fuerte. En un tris tras salieron del cuerpo, justo cuando el abuelo despertaba.
Grande fue la sorpresa de los doctores cuando descubrieron que casi mágicamente Pocho se había curado, doctores, sabios y quisieron investigarlo pero...nunca descubrieron la verdad.
Sólo Lina y el abu Pocho, que tenía ahora corazón de niño, lo sabían y disfrutaban desde ahora la alegría de volver a correr, ir a la plaza y andar juntos en bicicleta.
Y este cuento sin igual ha llegado a su final.
FIN
Los piripiquios son personajes chiquitines que aparecen de la manera más increíble y que ayudan a los chicos a vivir .
Cuenta la historia que una vez una señora estaba comprando en la verdulería y que desde adentro de un repollo colorado, salió uno de ellos. La señora lo llevó a su casa y el piripiquio le contó que un amigo suyo había llegado volando en una mariposa multicolor ; a otro lo encontró un señor que fue a comprar zapatos. Cuando se calzó el píe derecho escuchó -Ay Ay Ay- y vio salir de él a un piripiquio anarajando. Eso no es nada dicen que una vez florecieron muchos piripiquios de una maceta de la casa de Doña Lola , la florista del barrio. Lo cierto es que sólo los pajaritos, los chicos y algunos grandes con corazón de niño, los pueden ver y charlar con ellos. Casi no se dejan ver, nadie sabe donde viven pero cuando los niños los necesitan, allí están.
Una tarde un pajarito le contó a los piripiquios que vio a una niña llamada Lina, muy triste sentada en la puerta de su casa.
Allá fueron unos corriendo, algunos saltando y otros volando: se acercaron lentamente...tan cerca que uno de ellos abrió un paraguas para no mojarse con las lágrimas de Lina.
-¿Qué te pasa Lina- preguntaron los piriqpiquios.
-¡ Buuaaaa !- lloraba Lina
Uno de ellos sacó de su bolsillo un gran pañuelo rosa y le secó las lagrimitas. Y por fin Lina les contó:
-Dicen que mi abuelito está muy enfermo.-
-¿ Y qué tiene?-
- No sé; el doctor me explicó que el corazón es un motorcito que hace mover el cuerpo y que a él no le funciona bien, porque los cañitos que llevan la sangre estan tapados. Si su corazón se detiene ya no podremos jugar más, ir a la plaza o andar en bici....buuuu...- rompió en llanto Lina.
Los piripiquios se pusieron muy serios y pronto le dijeron : -No te preocupes tu abuelito sanará, nosotros lo ayudaremos. Y sin decir más se fueron unos corriendo, algunos saltando y otros volando al hospital donde estaba internado el abuelo Pocho.
Al llegar ,el abuelo dormía, entonces despacio, para no despertarlo se subieron a la cabeza y entraron en su cuerpo por la nariz, llevando varias herramientas: un pico, una pala, una azada y varios metros de soga para deslizarse por dentro, también llevaron faroles en el casco de su cabeza como usan los mineros. Luego de pasar por caminos intrincados llegaron al corazón, que latía muy lentamente con un toc-toc muy suave. Luego de trabajar toda la noche cavando... cavando llegaron a destapar todos los cañitos, y así el corazón comenzó a latir muy fuerte. En un tris tras salieron del cuerpo, justo cuando el abuelo despertaba.
Grande fue la sorpresa de los doctores cuando descubrieron que casi mágicamente Pocho se había curado, doctores, sabios y quisieron investigarlo pero...nunca descubrieron la verdad.
Sólo Lina y el abu Pocho, que tenía ahora corazón de niño, lo sabían y disfrutaban desde ahora la alegría de volver a correr, ir a la plaza y andar juntos en bicicleta.
Y este cuento sin igual ha llegado a su final.
FIN
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