En París había un francés que se acostó un día con la cabeza en los pies
¿Cuál fue el problema de acostarse al revés?
que la mañana siguiente cuando quiso decir OUI de repente dijo YES.
Así es, señores míos
este hombre tan cortés
que sólo hablaba en francés
se despertó un buen día
hablando en perfecto inglés.
Su señora preocupada
no pudo decirle nada
le pidió que se callara
y que nadie se enterara.
No duró mucho el secreto
porque su perro indiscreto
corrío con la noticia
a la casa de Felicia,
la perra de Don Hilario
quien hizo sus comentarios.
Esto pasó a mayores
y vinieron los doctores
a curarlo a este francés
que sólo hablaba en inglés.
Nadie puede comprenderlo
nisiquiera su señora,
que vive llora que llora.
Sin encontrar solución
le prepara las valijas
para viajar en avión.
¿Y adónde fue el francés incomprendido?.
a vivir solito a los Estados Unidos.
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